Activos esenciales de la FAO en el sector forestal
La actividad forestal está relacionada con los bosques y los árboles integrados en el paisaje y se ocupa de los múltiples beneficios económicos, sociales, culturales y ambientales que proporcionan los bosques. Las actividades no sólo se desarrollan en los bosques, sino también en explotaciones agrícolas, pastizales, cuencas hidrográficas yermas y otros ecosistemas que no encajan en la definición tradicional de bosque. Los aspectos comerciales de la actividad forestal abarcan los diversos procesos, desde la producción a la elaboración, la comercialización y el comercio. Como el futuro de los bosques depende tanto de elementos propios del sector como de otros que le son ajenos, el programa forestal de la FAO colabora estrechamente con otros organismos y disciplinas para asegurar la utilización óptima y la conservación de los bosques y de las tierras conexas. La FAO también apoya a una diversidad de organizaciones oficiales y oficiosas como posibles asociados en la ordenación forestal sostenible. Al delimitar su plan estratégico forestal, procura satisfacer las necesidades de sus Estados Miembros y de otros clientes, fomentar el trabajo interdisciplinario y multidisciplinario y facilitar la colaboración con otras organizaciones y entre ellas.
El cometido de la FAO consiste en actuar como facilitador y catalizador, y en ofrecer información, orientación y asistencia a los que gestionan efectivamente los recursos. Los principales clientes de la FAO son los gobiernos nacionales que representan a sus Estados Miembros, pero la Organización también presta servicios a otras instancias interesadas y responsables del sector forestal, como ONG, empresas privadas, fundaciones, universidades y organizaciones de la población rural. La FAO les ayuda a conocer, utilizar y ordenar mejor los árboles y bosques del mundo. A través de su propio esfuerzo y de su cooperación con otros, la FAO aspira a facilitar el progreso hacia la ordenación sostenible de todos los tipos de bosques.
Para llevar a cabo su misión, el programa forestal de la FAO cuenta (en marzo de 2000) con una plantilla de 54 funcionarios profesionales de dedicación exclusiva en la Sede y 15 en las oficinas descentralizadas, además de numerosos empleados con nombremientos temporales que poseen una gran variedad de conocimientos especializados sobre la actividad forestal, recursos de flora y fauna silvestres, ordenación de cuencas hidrográficas, genética, economía, administración pública, sociología, utilización de productos forestales e ingeniería. Esta variada gama de conocimientos especializados permite a la Organización abordar en toda su amplitud las dimensiones ambientales, económicas y sociales de la ordenación forestal sostenible. Los vínculos del programa forestal con los programas de la FAO en los ámbitos de la agricultura, la economía, la pesca y el desarrollo sostenible propician también la adopción de un enfoque intersectorial en los temas más importantes, como la seguridad alimentaria, el desarrollo rural y el uso integrado de la tierra.
Desde su creación en 1945, la FAO no ha dejado de ampliarse y actualmente consta de 180 Estados Miembros, además de la Comunidad Europea (Organización Miembro). Forman parte de la Organización los países con mayor riqueza forestal del mundo, con la excepción de la Federación de Rusia, que goza actualmente de una vinculación especial. Este gran número de miembros convierte a la FAO en una organización de dimensión mundial y le permite abordar los problemas que se plantean en todos los bosques del mundo, boreales y templados, subtropicales y tropicales, bosques de países desarrollados y en desarrollo, bosques secos y húmedos, bosques de gran altitud y manglares, e incluso árboles en las explotaciones agrícolas y en las ciudades.
Otro de los activos esenciales del programa forestal de la FAO es la sinergia entre la labor normativa y operacional. La importancia de la función normativa de recolección de información no reside únicamente en su utilización para planificar las actividades mundiales o regionales y para determinar las tendencias en el sector forestal, sino también en el uso de la información para asesorar a los Gobiernos Miembros sobre cuestiones técnicas y de política. Análogamente, el programa de campo es una fuente importante de información y un mecanismo esencial para mantener la relevancia de la labor de la FAO en la realidad práctica de sus Estados Miembros. Esta capacidad de recopilar información a escala mundial y de cooperar directamente con los países para ayudarles a utilizarla y adaptarla a las condiciones locales es uno de los activos cruciales de la FAO en el sector forestal.
